Somnolencia excesiva y narcolepsia

¿De qué se trata?

Imagine su día por completo bajo la influencia de una gran somnolencia: se hace difícil concentrarse y mantener el interés en cualquier actividad que se intente realizar. Desde una llamada telefónica hasta ver una película o conducir hasta casa.

Si bien la narcolepsia es un trastorno del sueño poco frecuente, su impacto en la vida de una persona es dramático.

Es más, una persona que sufra esta enfermedad pero que no cuente con diagnóstico y tratamiento puede vivir incapacitado de realizar su vida en forma normal o poner el riesgo la existencia de quienes lo rodean.

Recientes avances en la investigación en medicina del sueño, estudios científicos, tecnología médica y farmacología, han permitido el diseño de tratamientos adecuados para el paciente.

Y aunque aún no existe una cura definitiva para la narcolepsia, el paciente bajo tratamiento puede llevar una vida normal.

Es un trastorno cuyo rasgo principal es una excesiva somnolencia diurna, con tendencia a dormir en momentos inapropiados.

Sintomatología

narcolepsiaLos cuatro síntomas más importantes de la narcolepsia son excesiva somnolencia diurna, cataplejia o pérdida brusca del tono muscular, parálisis del sueño y alucinaciones hipnagógicas, que ocurren en los momentos de quedarse dormido o en las siestas.

En la mayoría de los casos, la somnolencia diurna es el rasgo más notorio y molesto.

Los síntomas pueden aparecer todos a un tiempo o irse desarrollando lentamente en la medida de que pasan los años.

– Excesiva somnolencia diurna

Es el primer síntoma del trastorno. Los pacientes con frecuencia reportan cansarse con mucha facilidad o sentirse agotados todo el tiempo.

Son propensos a quedarse dormidos no sólo en situaciones en las que es normal sentir sueño, como después de las comidas o durante una conferencia aburrida, sino también en las que se debe estar despierto, como por ejemplo, conduciendo el auto o escribiendo una carta.

Los pacientes narcolépticos puede tener un “ataque de sueño” en situaciones peligrosas, como operando una maquinaria industrial, utilizando una sierra eléctrica o conduciendo un autobús escolar.

– Cataplejia

En algunas ocasiones es el primer síntoma de la narcolepsia, pero con más frecuencia se presenta varios años después de la somnolencia diurna. Los ataques de cataplejia son repentinos y consisten en pérdidas breves del control muscular. La cataplejia puede ser de carácter leve, como una breve sensación de debilidad en las rodillas, o causar un colapso físico completo donde la persona puede caerse.

El paciente en esta situación permanece completamente despierto y tiene conciencia de lo que está sucediendo.

Estos ataques son gatillados por estrés o emociones fuertes como explosiones de risa, estallidos de furia o alguna sorpresa. En algunos individuos los ataques pueden ser motivados por el simple recuerdo o anticipación de una situación cargada de ansiedad y/o emociones.

– Parálisis del sueño

También es gatillada por una breve pérdida del control muscular. Cuando el individuo está despertando o quedándose dormido, se siente incapaz de moverse o hablar pero está plenamente conciente de su situación y de lo que ocurre en su medio ambiente circundante. Distinto al caso de la cataplejia, basta tocar al paciente para que la parálisis desaparezca.

– Alucinaciones hipnagógicas

Son experiencias oníricas vívidas y dramáticas que son difíciles de distinguir de los hechos reales. Este ensueño es con frecuencia una pesadilla, con imágenes o sonidos y protagonistas que pueden ser animales extraños, merodeadores o intrusos. Tales sueños son particularmente terroríficos debido a que el paciente está despierto pero le es imposible controlar la acción del ensueño. Asimismo, son eventos perturbadores, ya que pueden confundirse con las alucinaciones de algunos trastornos mentales y con el delirio.

Otros síntomas de narcolepsia son:

– Conductas automáticas: Son la ejecución de tareas rutinarias sin que el paciente tenga un control conciente sobre la actividad que realiza.

En algunas ocasiones, el paciente está dormido pero continúa efectuando la actividad y no recuerda haberla hecho cuando despierta.

Las conductas automáticas pueden ser muy peligrosas si la persona está conduciendo un vehículo o está cocinando.

– Alteraciones del sueño nocturno: Ocurren con frecuencia en los narcolépticos. Aunque presentan dificultades para mantenerse despiertos durante el día, también las tienen para mantener su sueño durante toda la noche. Una gran cantidad de despertares nocturnos incrementa el problema de la somnolencia diurna.

Otros síntomas reportados por estos pacientes incluyen letargia, escasa motivación, inhabilidad para concentrarse y pérdida de memoria. Los pacientes narcolépticos son incapaces de cumplir con sus obligaciones laborales y familiares. Algunos también pueden experimentar visión borrosa o doble, dolores de cabeza, ronquidos, problemas sexuales y exceso de peso.

Causas de la narcolepsia

Pese a que este trastorno ha sido ampliamente estudiado, su causa exacta se desconoce. Sin embargo, se relaciona con un desorden que ocurre en alguna parte del sistema nervioso central que controla los ciclos de sueño y vigilia.

Síntomas como cataplejia, parálisis del sueño y alucinaciones hipnagógicas van acompañados de una pérdida del tono muscular que ocurre normalmente cuando se sueña en una etapa del sueño denominada REM (movimiento rápido de los ojos).

En la narcolepsia, la pérdida de tono muscular y los ensueños suceden en ocasiones inapropiadas. La narcolepsia no es originada por afecciones psiquiátricas o problemas psicológicos.

Con frecuencia, en este trastorno se observa un rasgo familiar, no obstante muchos pacientes no tienen parientes afectados por la alteración. Algunos investigadores sugieren que existen algunos genes asociados a dicha perturbación, los que combinados con factores desconocidos que pueden ocurrir en la vida de una persona gatillan la narcolepsia.

Diagnóstico

Para obtener un diagnóstico preciso es necesario recurrir a un especialista en medicina del sueño. Si usted tiene los síntomas descritos en este artículo acuda al especialista para recibir el tratamiento adecuado.

En un centro de desórdenes del sueño, el especialista realizará una minuciosa historia médica y un examen físico completo.

Si sospecha de una narcolepsia someterá al paciente a dos exámenes: una polisomnografía y a un test de latencias múltiples del sueño, de manera de confirmar la narcolepsia y determinar el grado de su severidad.

La polisomnografía se realiza en un laboratorio de sueño donde el paciente debe pasar una noche. Se le colocarán diversos electrodos sobre la piel en distintos lugares del cuerpo, para registrar ondas cerebrales del sueño, actividad muscular, frecuencia cardíaca y movimientos oculares. Este examen no provoca molestias ni dolores al paciente, quien duerme como lo hace todas las noches.

El test de latencias múltiples se realiza al día siguiente, sin quitar los electrodos al paciente. Se le solicita que tome unas cinco siestas de 20 minutos cada dos horas.

Los pacientes narcolépticos tienen patrones de sueño diferentes a los de las personas que no padecen la enfermedad, pues su sueño REM frecuentemente comienza un poco tiempo después del inicio del sueño.

Tratamiento

La narcolepsia no se cura, pero es posible controlar sus síntomas para que el paciente pueda llevar una vida normal.

Debido a las diferencias individuales de los síntomas de los pacientes, el tratamiento debe ser personalizado. Cada plan terapéutico tiene importantes aspectos: medicamentos, tratamiento conductual y manejo del medioambiente.

– Terapia con medicamentos

Muchos pacientese narcolépticos, en su lucha contra la somnolencia diurna, han probado medicamentos con cafeína. Estos fármacos no son útiles e incluso pueden ser muy peligrosos.

El especialista prescribirá medicamentos efectivos y adecuados que controlen la somnolencia diurna, cataplejia e interrupciones del sueño de su paciente en particular.

– Tratamiento conductual

Un tratamiento efectivo de esta alteración no sólo requiere la ingesta de fármacos. Son necesarios también algunos cambios en el estilo de vida.

Algunas medidas son ajustarse a un estricto horario para levantarse y acostarse y tomar siestas una o dos veces al día.

Aumentar la actividad física es muy recomendable. Del mismo modo, se pide al paciente evitar actividades que conlleven riesgos como conducir vehículos, nadar o cocinar, exceptuando los momentos en que disminuya su somnolencia.

– Manejo del medioambiente

La narcolepsia puede convertirse en una enfermedad devastadora si familia, amigos, jefes o compañeros de trabajo no comprenden la severidad de este desorden.

Así, la somnolencia diurna puede ser confundida con extremada flojera, depresión o falta de habilidad para efectuar las tareas requeridas en el ámbito laboral y académico.

En tanto, síntomas como cataplejia y alucinaciones pueden ser confundidos con rasgos de enfermedades mentales.

Apoyo del entorno

El apoyo de la familia es muy importante para que el paciente en tratamiento maneje en forma adecuada los síntomas de su enfermedad.

Del mismo modo, el paciente debe informar a amigos y conocidos de que padece narcolepsia y luego aprender a aceptar ayuda cuando tenga, por ejemplo, un ataque de cataplejia.

En el ámbito laboral hay que informar al empleador sobre la enfermedad y enfatizar el hecho de que se puede ser un buen trabajador pese a tener narcolepsia.

Cuándo ir al especialista

Si usted se siente identificado con el cuadro expuesto o cree estar sufriendo alguna de estas alteraciones, es necesario que visite al especialista con urgencia.

La narcolepsia, aunque no tiene aún una cura, se puede tratar capacitando al enfermo para llevar una vida relativamente normal.