La ausencia de luz agrava los síntomas de la narcolepsia y aumenta los trastornos depresivos
¿Siente sueño irresistible o incontrolable? La narcolepsia es un trastorno que genera recurrentes ataques de sueño incontenibles, interrumpe la rutina e inhabilita a quien la padece. Estudios recientes han demostrado que durante el invierno se agudizan los síntomas de ésta debido a la falta de luminosidad.
Entre los síntomas más comunes están los episodios de sueño incontrolable, parálisis del sueño, alucinaciones vívidas y cataplejías, entre otros.
La narcolepsia también puede generar otros males asociados. Un estudio de la Universidad de Stanford de 2013 arrojó que de 320 personas analizadas con narcolepsia, el 27% tenía un trastorno del estado de ánimo y un 37% estaba tomando antidepresivos. Los trastornos de ansiedad en esos pacientes también fueron frecuentes.
El estudio demostró que la narcolepsia y la depresión tienen una importante correlación. De las 320 personas estudiadas, un 88% desarrolló un trastorno depresivo más profundo después de la aparición de la enfermedad.
Durante el invierno, los síntomas de aquellas personas susceptibles a la narcolepsia se agravan. Debido a la disminución de la luminosidad durante esta época del año, disminuye también la secreción de las hormonas melatonina y orexina, lo que produce un aumento de la somnolencia diurna y de los síntomas depresivos asociados a esta enfermedad.
La relevancia de informar sobre la narcolepsia no sólo radica en que es una enfermedad con síntomas engañosos y que puede confundirse con otras enfermedades como la depresión, el cansancio crónico y el estrés, sino también tiende a agravarse en el invierno, incrementando el sueño excesivo durante el día y los trastornos afectivos.