Apnea obstructiva infantil: alarma nocturna

Un bebé de seis meses de edad presentaba reflujo severo desde su nacimiento.

Su madre percibía que lloraba mucho y que durante su sueño, “se ahogaba”, según sus términos. En estos episodios, su musculatura estaba flácida y dejaba de respirar.

Por ello, el médico pediatra había derivado al lactante a un especialista de sueño, ante la posibilidad de una apnea.

Un estudio polisomnográfico confirmó la presencia de apnea carácter obstructivo asociado a reflujo.

Mientras el pediatra se hizo cargo del problema del reflujo, se recomendó el uso de un monitor para el control de la apnea.

Después de un año de tratamiento, el reflujo mejoró y aunque continúa utilizando el monitor, ya no se presentan episodios de alarma nocturna.